Free PlayBoy Bunny Blue Glitter Cursors at www.totallyfreecursors.com

Agorafobia: componentes, edad de comienzo y problemas asociados.

La agorafobia puede definirse como un miedo y evitación de lugares públicos y de estar fuera de casa basados en la anticipación de experimentar niveles elevados de ansiedad o en la aparición de ataques de pánico.

También puede considerarse como el miedo a estar en lugares o situaciones donde puede ser difícil o embarazoso escapar o donde pueda resultar complicado disponer de ayuda en el caso de tener un ataque de pánico o síntomas similares como: mareo, caída, despersonalización, desrealización, pérdida del control de esfínteres, vómito o molestias cardíacas.

Hay que diferenciar la Agorafobia de la Fobia a los espacios abiertos. Éste último se define como el miedo a caerse o a los espacios abiertos en ausencia de apoyo viso-espacial cercano, con lo que caminan cerca de la pared por temor a caerse o temen las señales de espacio y profundidad al conducir.

En la agorafobia pueden distinguirse varios componentes:

– La evitación a situaciones temidas

Existen una gran variedad de situaciones temidas y que las personas con agorafobia acaban evitando por las reacciones que desencadenan. .
Algunos ejemplos comunes son: cines y teatros, supermercados, grandes almacenes, ascensores, también viajar en autobús, tren, avión o barco, andar por la calle, quedarse solo en casa, estar lejos de casa, hasta conducir o viajar en coche.

Otro tipo de situaciones son: tomar baños calientes o saunas, hacer ejercicio, montar en atracciones, tener relaciones sexuales, participar en discusiones, enfadarse, bailar, tomar comidas pesadas, ver espectáculos deportivos emocionantes, ver películas dramáticas o de terror y beber café cargado o alcohol. Todas ellas relacionadas por las sensaciones que desencadenan o por la asociación a una experiencia negativa pasada.

– Las conductas defensivas

Sin embargo, las situaciones no siempre se evitan, sino que se pueden afrontar con ansiedad y/o con conductas defensivas para prevenir o manejar la amenaza asociada a la ansiedad/pánico. Ir acompañado de una persona de confianza o un animal doméstico, tomar medicación, beber alcohol o agua, comer algo, fumar, llevar objetos tranquilizadores, pensar en que se está cerca de un hospital o salida cercana, comprar solo a ciertas horas o escapar de la situación son algunos ejemplos de conductas defensivas. Éstas producen alivio inmediato pero contribuyen a mantener el problema.

Mientras que las personas con una agorafobia moderada o grave evitan ambos tipos de relaciones expuestas anteriormente, las personas con trastorno de pánico con agorafobia leve o sin agorafobia tienden a evitar el segundo tipo de situaciones.

– La ansiedad anticipatoria

Preocupación por experimentar un ataque de pánico o una fuerte ansiedad. Es una expectativa o anticipación de que ocurrirá un ataque o una fuerte ansiedad juntamente con la tendencia a temer las sensaciones corporales relacionadas con la ansiedad.

– El miedo al miedo

Las personas con agorafobia tienen miedo a aquellas situaciones en las que pueden tener sensaciones de ansiedad o ataques de pánico. Suele surgir normalmente en situaciones externas temidas y también como consecuencia de las reacciones corporales producidas por el calor, el hambre, la fatiga, el estrés… que desencadenan a la vez reacciones corporales como debilidad en las extremidades, tensión, visión borrosa, malestar intestinal, dolor o tensión muscular o la sensación de nudo en el estómago o en la garganta.

Se teme a las situaciones en las que se cree que puede ocurrir consecuencias dañinas o catastróficas de tipo físico (ataque cardíaco, tumor cerebral, muerte, desmayo) o mental (perder el control, volverse loco).

– Ataques de pánico o síntomas similares

La gran mayoría de las personas que sufren agorafobia informan tener o haber tenido ataques de pánico. Éste consiste en un intenso miedo, terror o malestar acompañado frecuentemente con una sensación de peligro o catástrofe inminente y de un impulso a escapar.

Los síntomas más frecuentes son: palpitaciones, mareo, dificultad para respirar, sudoración, temblores, el miedo a volverse loco o a perder el control y la despersonalización (extrañeza de uno mismo)/desrealización (irrealidad).

Los ataques de pánico varían considerablemente de una persona a otra. Difieren en frecuencia de los ataques), la intensidad, la duración, en las reacciones somáticas, los pensamientos asociados, circunstancias de ocurrencia y predecibilidad (situacionales o espontáneos).

– Interferencia o deterioro producido por el trastorno

En los casos graves las personas con agorafobia pueden pasar la mayor parte del tiempo en casa en compañía de familiares y llegar incluso al aislamiento total. Estas personas se ven incapacitadas para realizar actividades diarias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario