La agorafobia está especialmente relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos
lunes, 8 de agosto de 2016
jueves, 4 de agosto de 2016
La Agorafobia
ESCAPE Y EVITACIÓN DE LAS SITUACIONES TEMIDAS
La anticipación u ocurrencia de
un ataque de ansiedad/pánico, los pensamientos catastróficos y el deseo de
evitar el bochorno social, hacen más probable que el sujeto escape de la
situación. Existen dos maneras de escape: irse de la situación temida o
permanecer en ella efectuando el escape desviando la atención hacia otros
estímulos.
Los agorafóbicos utilizan una
gran variedad de estrategias, aparte del escape y la distracción, para afrontar
los ataques de pánico: medicarse, beber alcohol, aguantar, relajación, pensar
que el ataque pasará pronto, tumbarse, respiración, imágenes placenteras,
fumar…
La conducta de escape se ve
reforzada por la reducción de ansiedad, por la sensación de seguridad o hasta
por la atención y apoyo de otros.
La ansiedad anticipatoria aparece
ante la posibilidad de entrar en una situación temida y/o de experimentar
alguna consecuencia temida, la cual cosa facilita la hipervigilancia a
determinadas sensaciones corporales, lo que, a la vez, puede permitir detectar
ciertas sensaciones, incrementar la activación fisiológica y producir miedo o
ansiedad.
Hay personas que desarrollan un
trastorno del pánico, pero sin agorafobia, es decir, no presentan evitación
agorafobia y mantienen una actitud de afrontamiento frente a las dificultades.
Estas personas tienen un mayor sentido de control personal, una mayor
tolerancia de la ansiedad y obtienen menos beneficios de la conducta de
evitación (apoyo social, reducción de la ansiedad…).
La conducta de evitación suele
tener unas consecuencias negativas como: la reducción de contactos sociales, depresión,
baja autoestima, interferencia con actividades de ocio, disfunción sexual o
problemas laborables, maritales y familiares.
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miércoles, 3 de agosto de 2016
lunes, 1 de agosto de 2016
martes, 26 de julio de 2016
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